Destaca también la importancia de la movilización social contra la violencia y se muestra optimistay convencido de que "el 93 va a ser nuestro año".

Por otro lado, Gurruchaga achaca a los intelectuales vascos no haber tomado "una posición mucho más beligerante a favor de la paz".

En cuanto a las últimas acciones terroristas, cree que "cada atentado sigue siendo un fracaso", pero agrega que "estamos mejor y, por primera vez desde la época democrática, vemos la luz a la salida del túnel".

Según el máximo responsable de las fuerzas de seguridad del Estado en Guipúzcoa, "ETA todavía no ha asiilado la caída de Bidart, al menos según lo que se desprende de sus comunicados y de la práctica terrorista. Tampoco ha asimilado ni su aislamiento social ni su fracaso político".

Para conseguir el final de ETA, Gurruchaga cree que caben tres hipótesis: "La escisión, que ETA reconozca su situación y deje de matar. La tercera es que el proceso de detención de sus dirigentes y miembros acabe prácticamente consumiendo a la propia organización".

"Los golpes policiales contra ETA pueden acabar haciend innecesaria esa salida dialogada", asegura el gobernador, aunque se muestra partidario de "un final en el que el Estado de Derecho se imponga sobre el delito con una percepción pública de vencedores y vencidos".

Gurruchaga hace también referencia a la situación del jefe del Grupo Antidroga de la Guardia Civil de Guipúzcoa, Máximo Blanco, que ha sido citado a declarar ante el juez por su supuesta implicación en una red de narcotráfico y contrabando. Según el gobernador civil, fue el propio guardia civl quien pidió el traslado y dice que no le consta que haya sido citado pr el juez.