Hasta el momento, la alcadesa, Blanca Rosa Gómez Morante, ha visto como fracasaban sus intentos de instalar a las cerca de 40 personas que son en total en pisos de alquiler diseminados por la localidad. Esta vez fueron las inmobiliarias arrendadoras quienes se opusieron, señalaron hoy a Servimedia fuentes municipales.

La corporación ha intentado proporcionarles pisos en el barrio donde están situadas las familias y donde cuentan con cierto apoyo social. Pero otros vecinos de Nueva Ciudad levantaron su voz y protestaron.

tra alternativa fueron unos pisos en el lugar conocido como Finca de los Soldados, en una finca de propiedad municipal. Igualmente, los vecinos saltaron en contra.

Tampoco tuvo éxito el intento de llevar a los ciudadanos calés, con un historial limpio de polvo y paja reconocido por los servicios sociales municipales, al paraje de Sierrallana, cerca del hospital.

En todos los casos ha faltado sensibilidad ciudadana para recibir a estas familias, por lo que en una reunión celebrada ayer por la alcadesa con una treintena de representantes de asociaciones de vecinos, comisión de apoyo y familias gitanas se decidió celebrar asambleas en los barrios para explicar el proyecto.

El siguiente paso será concretar el lugar o la forma de acoger a las familias en el conjunto de la ciudad, con la esperanza de que los recelos vecinales se vayan diluyendo.

Gómez Morante aclaró que el consistorio no sólo tiene prisa en realojar a los chabolistas por la necesidad de continuar las obras del bulevar-ronda po Nueva Ciudad, que pueden avanzar por otros lugares, sino porque hay que prever la escolarización de los niños afectados.