LOS GITANOS DE AITONA RECHAZAN LA PROPUESTA DE LAS AUTORIDADES PARA LA ESCOLARIZACION DE LOS NIÑOS

LERIDA
SERVIMEDIA

Las familias gitanas de la localidad leridana de Aitona no han aceptado la propuesta de Josep Varela, delegado de Enseñanza, de escolarizar en dos grupos a los niños de esta etnia que habitan en el municipio, como solución salomónica al conflicto racial surgido en el pueblo.

El planteamiento e Enseñanza aconsejaba que la mitad de los niños continuaran en la escuela pública Francesc Feliu y el resto recibieran las clases en la privada Pare Palau, planteamiento que parece ser aceptado por los vecinos del municipio.

Hoy ha sido el cuarto día consecutivo que los padres de los alumnos del colegio público se han negado a que sus hijos compartan clase con los de raza gitana.

La Asociación de Padres de Alumnos del colegio privado Pare Palau, por su parte, acordó el miércoles en asamblea acepar a los niños de una de las familias gitanas en el centro.

Para el delegado de Enseñanza de Lérida, "el problema es muy complejo y las reacciones son racistas, aunque la base no lo es".

Josep Varela señaló que le gustaría que "los niños gitanos continuaran en el centro público, pero en Aitona hay un conflicto social importante que tampoco puedo ignorar".

Algunos vecinos de la localidad leridana aseguraron que el origen del conflicto radica en que uno de los padres de los niños gitanos provoó un accidente de circulación en el que resultó atropellada una anciana y, posteriormente, se dio a la fuga. Los gitanos, sin embargo, desmienten este argumento y aseguran que el autor fue un "payo".

Antonia Amador, madre de tres de los siete niños gitanos afectados, manifestó que es "un caso claro de racismo". A su juicio, el responsable directo de los hechos es "el colegio religioso Pare Palau, ya que yo quería matricular allí a mis hijos, pero me pedían 7.000 pesetas por matrícula, cuando, por lo qe he sabido después, no podían cobrarme nada".

Algunos niños de Aitona, que aún no han comenzado las clases en la escuela Francesc Feliu, declararon que tienen miedo de que los gitanos les contagien alguna enfermedad y explicaron que no quieren ir con ellos a clase porque llevan ropa sucia y vieja.

Los padres de Rosa, Carmen, Jesús y Asunción González López y los de Emilia, Jesús y Carmen González Amador llegaron al municipio leridano hace seis meses. Ambas familias viven de la venta ambulante y ntes residían en Tarrasa.

El pueblo de Aitona tiene censados a unos 2.300 habitantes, la mayoría de los cuales cuentan con una elevada renta agraria.

Fuentes del Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña indicaron que "tenemos constancia de que hay diversos casos de padres que sacan a sus hijos de los colegios cuando ven que se matriculan niños gitanos".

La comunidad gitana de Cataluña está compuesta por unas 70.000 personas, de las cuales alrededor de 7.000 son niños en edad ecolar, que están repartidos en unos 200 colegios, la mayoría de ellos localizados en el área metropolitana de Barcelona.

(SERVIMEDIA)
19 Sep 1991
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