Gimbernat señaló además que las instituciones españolas son de las más politizadas de Europa, citando como ejemplos el Tribunal Constitucional el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal de Cuentas. También citó al Congreso de los Diputados como "brazo ejecutivo del Gobierno".

"Aunque no se puede hablar estrictamente de servidumbre política", señaló, "supone una limitación negativa para nuestro país, porque deja ver que no existen personas independientes al frente de las instituciones fundamentales".

El presidente de la APDH citó uno de los últimos estudios de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los pases más desarrollados, en el que España ocupa el puesto número veinticinco en Europa y el último lugar dentro de los estados que forman la Unión Europea.

"Este estudio fue realizado antes de estallar el escándalo de los GAL y de las escuchas del CESID, que de tenerse en cuenta habrían puntuado a España aún más bajo", puntualizó el presidente de la APDH en la conferencia introductoria del curso, titulada "Perspectiva general de la situación de los derechos humanos en España".