Gil Lázaro espondía así en los pasillos del Congreso al llamamiento de la portavoz del Gobierno vasco, Mari Carmen Garmendia, para que la banda terrorista deje las armas. El portavoz popular consideró un "error" que los demócratas debatan "qué es lo que debemos de hacer para que ETA deje de matar".

Tras asegurar que sólo cuando eso ocurra entrarán en juego las previsiones del Pacto de Ajuria Enea, insistió en que nadie desea más la paz que el PP, como partido del Gobierno y víctima directa de la violencia de ETA

No obstante, subrayó la necesidad de reforzar la coherencia y la cohesión de los demócratas, y de evitar "iniciativas confusas, contraproducentes, equívocas, como la de Estella, que fracccionan a los demócratas y que solamente dan alas a los violentos, a ETA y a su entorno".

En este sentido, recordó "con qué inmediatez el portavoz de Herri Batasuna declaró gozoso", después de la firma del acuerdo, que eso significaba, desde su punto de vista, el finiquito del Pacto de Ajuria Enea.

Ante estasituación, recomendó a los partidos vascos que reflexionen sobre la posibilidad de que estén siendo "compañeros de viaje del interés etarra, por muy buena intención" que pongan en su esfuerzo.