Cuando los pescadores de La Línea pasaron a la ofensiva y pataron con Caruana cuando faenar en aguas gibraltareñas, argumentan estas fuentes, el Gobierno no ocultó su malestar y simplemente se limitó a recordar que lo acordado debe respetar los tratados entre España y Gran Bretaña.

Ahora, el Gobierno no quiere dar sensación de preocupación, aunque exista, porque en estos casos "lo importante es no dar sensación de que te preocupa", admite una fuente consultada.

De momento, el jueves va a producirse una de las escenas que los dos grandes partidos españoles PP y PSOE más se temían. Gil, acompañado por el nuevo alcalde de La Línea, Juan carlos Juárez, acudirá a entrevistarse con caruana en la sede del Gobierno gibraltareño, ubicada en Convent Place.

La intención del GIL, el partido del presidente del Atlético de Madrid, es crear una concejalía de Relaciones con Gibraltar, aunque desde ese partido se intenta disipar temores asegurando que no se va a tratar con Caruana nada que afecte a la soberanía española.

Ambos dirigentes podrían tratar la idea deGil de extender a La Línea de la Concepción un régimen fiscal similar al de Gibraltar, algo que sí afecta de lleno a las competencias de las Cortes de la Nación.