En el resto de España, lo PGOU de cada ayuntamiento han de ser aprobados por la comisión regional de Urbanismo del Gobierno autonómico respectivo, que en el caso de las dos ciudades norteafricanas no existe.

Tras la toma del poder por parte del partido de Jesús Gil en Ceuta y, ante el riesgo de que controle áreas urbanísticas en Melilla, el Ejecutivo, en concreto el Ministerio de Fomento, ha decidido ejercer la función supervisora ante cualquier modificación de los PGOU.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Minitros, el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, ha señalado que en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2.000 se han incluido "los planes parciales" de Ceuta y Melilla, "como consecuencia de la no existencia de comunidad autónoma en estas dos ciudades".