GIL. EL FISCAL PIDE AL JUEZ QUE TERMINE LA INVESTIGACION CONRA JESUS GIL PARA QUE SEA JUZGADO
- La mujer de Gil debe comparecer el lunes ante la Audiencia Nacional para entregar las acciones que tiene del club
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El fiscal Anticorrupción encargado del "caso Atlético", Carlos Castresana, ha solicitado al responsable del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que dé por concluida la investigación abierta contra el presidente del club rojiblanco, Jesús Gil y Gil, y otras seis personas ms por su gestión al frente de la entidad deportiva.
En un escrito al que tuvo acceso Servimedia, Castresana solicita al juez Del Olmo que comience los trámites para elevar el caso a la Sala de lo Penal y celebrar el juicio oral contra el presidente del Atlético de Madrid, su hijo Miguel Angel y Enrique Cerezo, vicepresidente del club rojiblanco, a quienes acusa de cometer un fraude de más de 8.600 millones de pesetas a través de varios delitos de apropiación indebida y de falsedad en documento mercantl.
El fiscal pide el sobreseimiento provisional de las actuaciones abiertas contra el resto de imputados en la causa. Se trata de la mujer de Jesús Gil, María de los Ángeles Marín; su hijo Jesús Gil Marín; el ex abogado del también alcalde de Marbella, José Luis Sierra Sánchez; el ex teniente de alcalde de Marbella, Pedro Román Zurdo; el auditor de cuentas del Atlético de Madrid Pablo de Castro; el contable Luis Gonzalo Pérez; el gerente del club rojiblanco Clemente Villaverde, y Francisco Alarcón, emleado del Club Financiero Inmobiliario.
En su escrito, Castresana pide al juez que concluya la investigación de la causa, excepto de la parte relativa al destino de 11.000 millones de pesetas transferidos por los acusados desde las arcas del Club Atlético de Madrid S.A.D. a cuentas de sociedades domiciliadas en Holanda. Para el fiscal, estos hechos, "cuya conclusión no parece próxima en el tiempo", podrían ser constitutivos de apropiación indebida, administración desleal y falsedad en la contabilidad. A petición del fiscal, el magistrado Juan del Olmo ha citado para el próximo lunes a la mujer de Jesús Gil, María Angeles Marín Cobo, a fin de que ponga a disposición judicial las acciones representativas del capital social de la Promotora Inmobiliaria Alhambra S.A., de la que es administradora única.
Castresana sostiene que, a través de Promotora Inmobiliaria Alhambra S.A., Jesús Gil es titular, junto a su esposa, de 211.987 acciones, que representan el 85,3% del capital del club rojiblanco.
AROPIACION INDEBIDA
En su escrito, el fiscal relata que Jesús Gil y Gil, al poco tiempo de haberse hecho cargo de la Presidencia del Atlético de Madrid, en junio de 1987, se comprometió con el Consejo Superior de Deportes a no incrementar el endeudamiento ya existente del club rojiblanco.
En los años sucesivos, Gil anticipó algunas cantidades para la adquisición de derechos federativos de jugadores de fútbol de la plantilla del primer equipo, cantidades que le fueron devueltas en su integridad coningresos propios del club, dice Castresana. De este modo, en 1992, cuando el Atlético de Madrid se transformó en Sociedad Anónima Deportiva (S.A.D.), la entidad ya no debía cantidad alguna a su presidente, sino al revés.
Siempre según el escrito del fiscal Castresana, Jesús Gil ideó con el vicepresidente del club, Enrique Cerezo, "una estratagema para hacer suyo el patrimonio de la entidad deportiva sin pagar por él cantidad alguna".
Así, elaboraron dos escrituras públicas, una en 1989 y otra en990, por las que el club, representado por Cerezo, reconocía a su presidente una deuda por 1.986.945.700 pesetas y se constituía un derecho de prenda a favor de Gil sobre los derechos de adquisición y traspaso de trece jugadores del equipo, poder que luego se extendió sobre los treinta deportistas que componían la plantilla.
El día de la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva, el 30 de junio de 1992, Gil y Cerezo se hicieron con el 94,5% del capital social "sin desembolsar cantidad algua por las acciones, compensando contablemente el ingreso en metálico a favor del Atlético de Madrid, que debió haberse producido y no tuvo lugar, con el reintegro de los derechos sobre los jugadores".
Castresana sostiene que 3.174 socios del Atlético de Madrid suscribieron y desembolsaron 112.216.000 pesetas, que representaban el 5,5% del capital social del club. "Esas personas se conviertieron así, en virtud de su aportación económica, en los únicos verdaderos accionistas de la naciente sociedad anónma", dice el fiscal, quien afirma que Gil se apoderó también de ese dinero.
El fiscal acusa a Gil del hecho de que el club fuese exonerado, sin razón alguna, de pagos a la Hacienda Pública, a la Seguridad Social, al Consejo Superior de Deportes y al Banco Hipotecario de España. Además, sostiene que la entidad recibió, sin merecerlo, dinero procedente de la recaudación de las quinielas para la remodelación del estadio Vicente Calderón.
PARTIDA FICTICIA
Para ocultar la falta de desembolso del captal social, Jesús Gil y Enrique Cerezo decidieron crear en 1991 una partida contable ficticia, de cuya inclusión en los libros del Atlético de Madrid durante los siete años siguientes (hasta su "desaparición" en 1998) se encargó el hijo del también alcalde de Marbella, Miguel Angel Gil.
"A sabiendas de que los datos no se correspondían con la realidad económica, (Gil y Cerezo) incorporaron tal partida contable a las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil", dice Castresana.
En su escito, el fiscal afirma que durante la administración del club deportivo, "que ostentó de manera ilegítima entre junio de 1992 y diciembre de 1997, Jesús Gil y Gil fue apoderándose de cantidades pertenecientes al Atlético de Madrid S.A.D. hasta llegar a adeudar al club, al final de dicho periodo, no menos de 2.700 millones de pesetas".
Para saldar la deuda, él y su hijo otorgaron cuatro contratos por los que Promociones Futbolísticas (Gil padre) cedía al club (Miguel Angel Gil) los derechos económicos yde imagen de cuatro jugadores profesionales de fútbol que, según Castresana, no eran tales y que valoraron en 2.740 millones de pesetas.
Otras de las maniobras que según el Ministerio Público realizó Gil, junto con su hijo Miguel Angel, consistió en cargar a las arcas del Atlético de Madrid "cuantiosos gastos personales" por valor de más de 130 millones de pesetas. Este dinero, según el fiscal, se destinó a obras de construcción, reforma o mejora de inmuebles, prestación de servicios y "otros concepto ajenos a la entidad deportiva o su objeto social".
Además, el fiscal cree que, entre julio y octubre de 1999, Jesús Gil y su hijo Miguel Angel hicieron suyos 496 millones de pesetas del Atlético de Madrid. De esa suma, "428.954.000 pesetas correspondían a los ingresos de ventanilla por los abonos de la temporada 1999-2000 y el resto a otros ingresos en efectivo del club", explica.
Para el fiscal, los hechos descritos son constitutivos de cuatro delitos de apropiación indebida, tres de ellos con arácter continuado, y de otros tres más, también continuados, de falsedad en documento mercantil.
EL COMIENZO
Este caso comenzó el 27 de julio de 1999, cuando el entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Cstellón, decidió admitir a trámite la querella que la Fiscalía Anticorrupción presentó contra Jesús Gil y otras seis personas más por un presunto fraude que la Fiscalía Anticorrupción cifró entonces en 9.427 millones de pesetas.
Entre os querellados por Castresana se encontraban Jesús Gil, su hijo Miguel Angel, el vicepresidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, el ex teniente de alcalde de Marbella Pedro Román; y José Luis Sierra, ex asesor jurídico del también alcalde de Marbella.
En la actualidad, el juez instructor les imputa los delitos continuados de estafa, apropiación indebida, otorgamiento de contratos simulados, falsedad en documento público y mercantil y otros delitos societarios.
(SERVIMEDIA)
06 Abr 2001
VBR