Sierra ha sido el primero de los imputados que ha declarado ante el juez García Casellón sobre la querella presentada el pasado 27 de julio por la Fiscalía Anticorrupción contra el presidente del Atlético de Madrid y alcalde de Marbella, Jesús Gil, así como contra otras seis personas más, a quienes acusa de un presunto delito de estafa de más de 4.000 millones de pesetas.

En septiembre de 1991, el Atlético de Madrid celebró una asamblea general en la que aprobaron las cuentas de ese año, así como de 1988, 1989 y 1990. Además se acordó reconocer una deduda de 1.986 millones de peseta con Jesús Gil.

"(Gil) dice que no contabiliza las deudas que tiene el Atlético de Madrid con él porque no le deja el Consejo Superior de Deportes. Yo tengo que decir que eso es absolutamente cierto", dijo Sierra. "El Consejo Superior de Deportes no permitió a Gil anotar en el pasivo del Atlético de Madrid el dinero que él estaba poniendo para comprar derechos federativos", añadió.

Según Sierra, Gil y sus asesores acordaron contabilizar la deuda "como pasivo no exigible y sin intereses" y que el inero sólo se devolvería cuando el club tuviese beneficios, medida esta a la que el CSD no puso objeción alguna.

"Cuánto dinero puso (Gil) y cuánto se le ha devuelto es algo que es ajeno a mí", dijo Sierra en declaraciones a los periodistas. "Eso es algo que deberá decir el que ha pagado y el que cobra".

Según los tres primeros testigos del caso, Sierra redactó al menos una de las dos escrituras en las que se reconoce una deuda a favor de Jesús Gil y en las que se constitye un derecho de prenda sbre los jugadores del club rojiblanco. El ex abogado de Gil reconoció que él elaboró la primera, pero no la segunda.

LA ESCRITURA DE CONSTITUCION

Explicó que en la escritura de constitución se incluyó una cláusula en la que se faculta al presidente de la entidad deportiva que se estaba creando (Atlético de Madrid Sociedad Deportiva Anónima) para que adquiera el contenido económico de los derechos federativos. "Si aquello no hubiera estado bien hecho, el CSD hubiera puesto alguna pega, y no fue así",dijo Sierra.

Tras señalar que él no tenía por qué dudar de lo que su cliente le pedía y del por qué de sus peticiones, Sierra aseguró que en su época como abogado de Gil se limitó a hacer lo que éste le solicitaba.

Según fuentes jurídicas, Sierra negó prácticamente todos los hechos delictivos recogidos en la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción.

Los informes de Hacienda constatan que la deuda que supuestamente tenía el Atlético de Madrid con Jesús Gil estaba realmente contabiliada en los libros de la entidad y que era real, pero que se duplicó mediante artificios contables en la junta de septiembre de 1991.

La querella del fiscal sostiene que el club devolvió el dinero a Gil, pero éste y el vicepresidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, hicieron creer a la junta de accionistas lo contrario.

La citación de Sierra se produce tras la declaración de tres testigos que el lunes comparecieron ante el juez instructor: la asesora jurídica del club Milagros Morcillo y Lus Fernando Abad y José Julio Carrascosa, ex gerentes de la entidad deportiva.

Los tres testigos señalaron que la dirección jurídica fundamental del Atlético de Madrid estaba en manos de José Luis Sierra y de Clemente Villaverde, actual gerente del club, y que por encima de ellos se encontraba el también alcalde de Marbella.

MAS TESTIGOS

Las declaraciones continuarán el próximo viernes, 1 de octubre, día en que García Castellón tomará declaración como testigos a Enrique Sánchez de León, directiv del Atlético de Madrid en la época de Vicente Calderón, y a Jesús Samper Vidal, ex secretario general de la Liga de Fútbol Profesional.

Todos ellos deben declarar en relación a la querella presentada en la Audiencia Nacional por la Fiscalía Anticorrupción. Entre los acusados por este departamento se encuentran, además del propio alcalde de Marbella, el hijo de éste, Miguel Angel Gil Marín; el ex teniente de alcalde de Marbella Pedro Román, así como Enrique Cerezo, socio mayoritario junto a Jesús Gil el Atlético de Madrid Sociedad Deportiva Anónima.

Según fuentes jurídicas, el número de afectados por la estafa presuntamente cometida por Gil y las otras seis personas denunciadas ascienden a más de 3.100 socios del Atlético de Madrid.

En la querella se denuncia la "grave defraudación de más de 4.000 millones de pesetas que ha producido una grave repercusión en la seguridad del tráfico mercantil y en la economía nacional". Asimismo, continúa el escrito de la Fiscalía Anticorrupción, la presunta stafa "ha causado un perjuicio patrimonial a una generalidad de personas físicas y jurídicas en un número muy importante".

El escrito de la Fiscalía Anticorrupción señala también que "el hecho que se denuncia es un acto de disposición mediante engaño, determinante de un presunto delito de estafa y cuya comisión ha tenido lugar en Madrid".