La decisión del CGPJ sobre si recusaba a la juez decana de Marbella quedó hoy aplazada, después de que uno de los vocales, Marcelino Murillo, ufriera un infarto de miocardio durante la celebración del pleno, que quedó suspendido por unas horas.

Al reanudarse la sesión, el pleno decidió ratificar la suspensión de las diligencias abiertas por la juez decana en el "caso Gil" y aplazar su decisión sobre la recusación presentada contra ella.

Los hechos que dieron lugar a la recusación de Pilar Ramírez comenzaron cuando el fiscal anticorrupción Carlos Castresana presentó una querella contra el alcalde de Marbella y presidente del Atlético deMadrid, Jesús Gil.

El juez Santiago Torres fue quien recibió la querella del fiscal por encontrarse en esos momentos de guardia, pero, en lugar de enviarla a reparto para que fuese tramitada en el juzgado correspondiente, realizó por su cuenta algunas diligencias.

Los abogados de Gil se quejaron y pidieron la nulidad de las diligencias, por considerar que Castresana y Torres acordaron una "actuación combinada para burlar las normas de reparto de asuntos penales" y seguir ambos en el caso del supusto desvío de 900 millones del Ayuntamiento de Marbella al club rojiblanco.

La decana decidió abrir expediente sobre la queja de Gil y estudiar si efectivamente el fiscal anticorrupción burló las normas de reparto en la querella contra el alcalde de Marbella, pero Jiménez Villarejo, también parte del "caso Gil", la recusó por "enemistad manifiesta" contra él y "parcialidad a favor" del también presidente del Atlético de Madrid.

El CGPJ decidió entonces suspender el expediente abierto por la juez ecana sobre la queja de Gil hasta ver si procedía la recusación presentada contra ella por Jiménez Villarejo.