En respuesta a la decisión de Rubí de enviar al juez del `caso Atlético', Manuel García Castellón, datos contables irregulares de falta de fondos, Gil asegura enun comunicado que Rubí está "al servicio" del fiscal anticorrupción Carlos Castresana, "que es lo mismo que decir la desaparición de la entidad".

Según Gil, lo que Rubí "filtra" a `El Mundo' son "hechos falsos que permiten justificar la mala gestión económica del equipo anterior para que se garantice la continuidad de la interneción y su nombramiento como administrador sin importarle el chisme que está creando de histeria e inseguridad colectiva en un club de fútbol que no lo puede soportar".

Segn Gil, cuando el administrador llega al club "hace firmar tres documentos incriminatorios contra el hijo de Gil a tres trabajadores mediante amanazas; se reúne con los jugadores, como no se prestan a sus deseos les dice que él es `especialista en temer en la cárcel a todos los defraudadores de Hacienda', o sea, la mejor forma de mentalizarlos para que salgan a jugar un partido de fútbol".A juicio del alcalde de Marbella, esto hace que todos los jugadores "quieran abandonar el club".

Además, Gil nieg que la justicia italiana haya embargado 500 millones al Atlético por el traspaso de Jose Maria al Milán, y asegura que lo que se deben son 380 millones de pesetas a la Fiorentina por el traspaso de Serena al club rojiblanco.

Asegura que es "otra falacia de tantas" de Rubí, porque esos 380 millones sí están contabilizados, lo que ocurre es que no se había abonado en diciembre, como estaba pactado, y la Fiorentina lo denunció a la FIFA.

"Al señor Rubí", concluye Jesús Gil, "le tiene que resultar mlesto, por una parte, poner la cara de bueno y defensor del Atlético de Madrid, lo que nadie cree, y por otro despachar los escritos envenenados y falsos, diariamente al juzgado para su jefe el fiscal Anticorrupción, para garantizarse su existencia".