El alcalde de Marbella, que acompaña al Atlético de Madrid durante su participación en el trofeo Ramón de Carranza de fútbol, en Cádiz, cree que es el único "capaz de defender a los pueblos de la Costa del Sol".

"Si los ayuntamientos obedecen consignas de partido para que yo no salga presidente, se quedarán solos y Marbella, que paga el 48 por ciento del presupuesto, e retirará", dijo Gil.

En referencia al conflicto que mantiene con los propietarios de doce locales del puerto marbellí, donde, según él, se trafica con droga, el alcalde se reiteró que en esos locales se regala alcohol para crear focos de narcotráfico: "Estos conmigo lo tienen difícil", concluyó.

Jesús Gil consideró que Marbella está con él y que le adora: "A todos los sitios que voy me causa un poco de respeto por irreverente; ¿Tu crees que a mi me pueden besar la mano?", preguntó al corresponsl de Servimedia.

"Me hacen cosas increíbles; son gentes buenísimas", prosiguió, "sobre todo el pueblo, salvo cuatro `camellos" que, logicamente, he descubierto".

"A MI ME TOCA LAS NARICES TODO"

Por otro lado, el alcalde de Marbella comentó que no le importa la opinión de la gente sobre su papel de presentador en el programa de Tele 5 "Las noches de tal y tal", que ha conseguido situarse líder de la programación televisiva en las noches de sábado.

"Unos dicen que estoy bien, otros que estoymal. A mi me da todo igual: como no tengo pudor... a mi me toca las narices todo", manifestó.

Como presidente del Atlético de Madrid, Gil se mostró partidario de que el Ayuntamiento de Cádiz organice las próximas ediciones del trofeo Ramón de Carranza al dejar de hacerlo el equipo Cádiz F. C. por imperativo de la nueva Ley del deporte.

Según esta ley, al convertirse los equipos en sociedades anónimas, los torneos deberán ser organizados por ayuntamientos u otras entidades públicas.

"Si se cosintiera que el Carranza se perdiera, sería una barbaridad", respondió Jesús Gil a la opinión del alcalde de Cádiz, Carlos Díaz, que duda de patrocinar el torneo por el elevado déficit que suele dejar su organización.