En la primera sesión, las defensas de Gil; de su hijo Miguel Angel, vicepresidente del Atlético de Madrid; y de Enrique Cerezo, vicepresidente del club, pidieron la nulidad del juicio por la vulneración de varios derechos fundamentales de sus patrocinados.

En concreto, el abogado del ex alcalde de Marbella aseguró que su cliente ya fue juzgado por stos hechos en la Audiencia Provincial de Málaga. Además, señaló que los delitos de los que se le acusa ya han prescrito.

Por su parte, el abogado de Gil Marín, Pablo Jiménez de Parga, calificó de "registro encubierto" el nombramiento por parte del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional de un administrador para el Atlético de Madrid en diciembre de 1999.

A su juicio, la verdadera intención que tuvo el juez con este nombramiento no era "cambiar la administración del club en tres eses", sino realizar un "registro permanente y sin garantías" de la entidad deportiva.

El fiscal anticorrupción encargado del caso, Carlos Castresana, que mañana responderá a los defensas, atribuye a los acusados dos delitos de apropiación indebida, un delito societario y otro de otorgamiento de contrato simulado, los tres últimos con carácter continuado.

Por todo ello, Castresana pide para Gil 17 años y seis meses de prisión; para Gil Marín, 10 años, 6 meses y tres días; y para Cerezo, otros 6 aos y un día.

Además, solicita que las 236.729 acciones del Club Atlético de Madrid S.A. que poseen Jesús Gil y Enrique Cerezo sean "vendidas en pública subasta y adjudicadas al mejor postor, destinándose el precio obtenido a incorporar el haber social del propio Club Atlético de Madrid S.A.D. como indemnización". Asimismo, pide que estos dos acusados reparen a la entidad con un total de 4.653.383.538 pesetas.

Este caso comenzó el 27 de julio de 1999, cuando el entonces titular del Juzgado Centralde Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, decidió admitir a trámite la querella que la Fiscalía Anticorrupción presentó contra Jesús Gil y otras seis personas más.