De Lorenzo, que compareció en el Congreso pasadas las 12 de la noche, tras más de siete horas de declaración de la ex presidenta de la CNMV Pilar Valiente, afirmó que la Fundación ONCE ha resultado "perjudicada" en el caso Gescartera, por haber perdido 540 millones de pesetas y haber sido utilizada como "tapadera social".

El ex directivo de la entidad reconoció "errores administrativos y personales de los ejecutivos de la Fundación ONCE", pero matizó que todo se hizo "e buena fe". Respecto a su propia actuación, dijo que se produjo "siempre a partir de las informaciones del ex director general", José Manuel Pichel.

De Lorenzo explicó que aprobó "verbalmente" la colocación de puntas de tesorería de la Fundación ONCE en Gescartera a propuesta de Pichel -que tenía los mismos poderes que él en la institución- en noviembre de 1998, y después de que éste entrara en contacto con la sociedad de valores a través de Javier Valenzuela.

"ASUNTO DRAMATICO"

Para De Lorenz, el escándalo financiero responde a "una trama perfectamente trazada por la cúpula de Gescartera, que creaba aparencias, embaucando e involucrando a entidades de todo tipo", como instituciones religiosas o la propia ONCE, para engañar a la CNMV y a otras instancias.

El ex responsable de la ONCE calificó este caso como un "asunto dramático" para la organización de ciegos, que ha sufrido un gran perjuicio en su imagen, y "dolorosísimo" para sí mismo, ya que dijo haberse sentido objeto de "ataques persoales".

De Lorenzo, que enjuició la labor de la CNMV opinando que "ha cometido errores", reconoció su amistad profesional con Enrique Giménez-Reyna, aunque aseguró que nunca habló con él sobre nada referente a Gescartera.

También aclaró diversas alusiones a su persona en el diario de Pilar Giménez-Reyna, a quien conoció en actos relacionados con el equipo de baloncesto en silla de ruedas de la fundación, del que Gescartera era patrocinador, y posteriormente con ocasión de estar preparando un fondode pensiones especializado para personas con discapacidad.