GESCARTERA. EL SUCESOR DE VIVES EN LA CNMV DICE QUE LE ENGAÑARON Y QUE ESTABA CONVENCIDO DE QUE EL DINERO SE HABIA ENCONTRADO
- Asegura que Pilar Valiene le pidió actuar "con rigor" sobre Gescartera y que es "de ciencia ficción" hablar de algún "padrinazgo" sobre el caso
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El director general de Supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Antonio Botella, manifestó hoy ante la comisión de investigación sobre Gescartera que, hasta el momento de la intervención de la agencia de valores, en junio de 2001, "tenía el convencimiento" de que el dinero de los inversores de Gescartera "se había encontrado" y rconoció, por tanto, que había sido engañado.
Botella, que sucedió a David Vives en la gestión del expediente sobre Gescartera que se seguía en la CNMV, asumió esta investigación en agosto de 1999 y sólo en junio de 2001, cuando se decide la intervención, se dio cuenta de que alguna documentación aportada por la agencia de valores que dieron por buena en 1999 era falsa.
El responsable de Supervisión de la CNMV explicó que este engaño se produjo mediante documentación falsificada que él y sus técnios dieron por buena y entregó copias de estos documentos falseados a los miembros de la comisión para que pudieran entenderlo mejor.
Botella afirmó que, cuando se produjo la intervención, que se precipitó en junio de 2001 a partir de las denuncias sobre falsificaciones de documentos de Cajamadrid, el patrimonio oficialmente gestionado por Gescartera, y que él creía justificado, era de 8.000 millones de pesetas.
Sin embargo, poco después se comprobó que en total eran 18.000 millones, es decir, quehabía 10.000 millones que no figuraban en la contabilidad oficial, sino en una "contabilidad B", aunque no pudo afirmar que esta cantidad correspondiera a "dinero negro".
PADRINAZGO
Botella afirmó que nunca percibió que el Gobierno estuviera velando por el expediente que él llevaba y que Pilar Valiente, cuando llegó a la Presidencia de la CNMV, le indicó que actuara en el "caso Gescartera" "con todo el rigor del mundo". Asimismo, calificó como "de ciencia ficción" e "inimaginable" que algún consejer de la institución ejerciera un "padrinazgo" sobre estas investigaciones.
El director de Supervisión de la CNMV reconoció ser amigo de Antonio Alonso Ureba, responsable del área jurídica y secretario del Consejo de la Comisión, a quien David Vives acusó de haber "obstaculizado" su investigación sobre Gescartera.
Botella asumió el expediente sobre Gescartera en 1999 desde su puesto de jefe de la Unidad de Vigilancia de Mercados de la CNMV, a propuesta del presidente, Juan Fernández Armesto, y contndo con el respaldo de los servicios jurídicos, concretamente con José María Pérez Renovales, subdirector del departamento jurídico de la comisión.
Según le transmitió Fernández Armesto, el relevo del equipo que había estado siguiendo el expediente de Gescartera se produjo por "falta de entendimiento" entre uno de los técnicos, Luis Peigneux, y el directivo de la sociedad supervisada José María Ruiz de la Serna, quien también había sido técnico de la CNMV.
Puesto que consideró que los hechos invetigados por Vives entre noviembre de 1998 y junio de 1999 estaban lo suficientemente analizados y valorados por las reuniones de los consejos de la CNMV, Botella cambió la fecha de referencia del expediente, instalándola en el 30 de junio de 1999.
INVESTIGACIONES
A partir de ahí comenzó a investigar dónde podían hallarse los 4.500 millones del descuadre que detectaron los anteriores supervisores, con líneas de investigación en Bankinter, el Hong Kong and Shangai Bank Corporation (HSBC) y en la propi Gescartera.
En Bankinter, los técnicos de la CNMV quisieron comprobar cuenta por cuenta de los clientes de Gescartera para verificar si estaba el dinero, pero ante la dificultad de hacerlo se sintieron "desanimados".
En el HSBC comprobaron que Gescartera estaba promoviendo una "sicav" en Luxemburgo, donde, según los directivos de la sociedad, iban a ir a parar los 4.500 millones descuadrados. Sin embargo, de este dinero únicamente llegaron a desembolsarse 230 millones de pesetas y la corporacióndecidió en septiembre de 1999, desde la central de Londres, no promover dicha "sicav".
En cuanto a las gestiones efectuadas ante Gescartera, el propio Botella se entrevistó en numerosas ocasiones con Antonio Camacho y José María Ruiz de la Serna y le envió cuantiosos requerimientos para que justificaran el dinero que ellos calificaban como "patrimonio a efectos de gestión sin poder de disposición".
El directivo de la CNMV recordó como "una de las experiencias más duras a la hora de apretarle las uercas a una entidad" el expediente de Gescartera y que hicieron "verdaderos terceros grados" a Camacho y Ruiz de la Serna. Aún así, lograron engañarles con documentación falsa, que el propio Botella repartió hoy entre los comisionados.
Tras soportar durante meses las evasivas e impedimentos de los directivos de Gescartera y comprobar que la "sicav" de Luxemburgo no se había materializado, Botella ofreció un ultimátum a Camacho. Si en 72 horas no justificaba ese patrimonio "sin poder de disposición" eviarían un "mailing" desde la CNMV a todos los clientes de Gescartera para pedirles información.
Ante esta amenaza, Gescartera reacciona y aporta documentación, que posteriormente se descubrió que era falsa, en la que se acreditaba dónde estaba el dinero. A partir de entonces, la sociedad es tratada con mayor benevolencia por parte de la CNMV, "como si hubiera sufrido una metamorfosis", en palabras del diputado de CiU Jordi Jané.
(SERVIMEDIA)
01 Oct 2001
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