En una entrevista que hoy pública el diario "El Mundo", Ruiz de la Serna asegura que se trataba de clientes que manejaba el propio Camacho y que utilizaba Gescartera para las operaciones con ello. Entre estos clientes estaría el empresario Roberto Santos y, según afirmó el propio Camacho ante algunos colaboradores, el ex ministro de Interior José Luis Corcuera.

El ex apoderado de Gescartera reconoce que la agencia contaba con tres cuentas en el HSBC, una ligada a la sociedad Stock Selection (donde estaban los 4.500 millones de pesetas que se iban a destinar supuestamente a la creación de una SICAV en Luxemburgo), y otras dos cuentas más.

En este sentido, a la pregunta de si Camacho utiliaba el HSBC para sacar el dinero fuera de España, De la Serna asegura que "sí" y precisa que él siempre pensó que el dinero "estaba en el HSBC o en sociedades vinculadas a ese banco".

AMIGOS

Además, el que fuera "número dos" de Gescartera considera "relevante" la amistad de Camacho con el director general del HSBC, Salvador Pastor, de quienes dice que eran "muy amigos".

En el capítulo de dinero negro, De la Serna contradice a Camacho, que dijo en la Audiencia Nacional manejar casi 30.000 millons de pesetas, y asegura que no serían más de 3.000 millones, atribuibles a "clientes especiales" que gestionaba el propio Camacho.

Algunos de ellos, como Roberto Santos, recibían un interés del 41% en sus inversiones, elevada rentabilidad que De la Serna atribuye a "amistad" con el dueño de Gescartera.

En cuanto a la relaciones de Antonio Camacho con el ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna, De la Serna asegura que era "muy fluida" y que éste recibió en varias ocasiones el encrgo de su hermana Pilar Giménez-Reyna de interesarse por las investigaciones abiertas sobre la agencia en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Finalmente, el ex apoderado de Gescartera reconoce que la agencia era "una máquina de hacer dinero" y, por ello, no le extrañó el alto nivel de vida de Camacho ni la abundancia de regalos que solía hacer. De hecho, él mismo recibió uno de los relojes adquiridos por Camacho y, posteriormente, un bastón de parte del director del HSBC, Salvador Camaho.