Nada más dar comienzo la reunión de la Comisión, Camacho tomó la palabra y dijo que no contestaría a las preguntas de los diputados, acogiéndose a su derecho constitucional de guardar silencio.

Camacho justificó su decisión asegurando que los hechos sobre los que iba a ser preguntado están siendo objeto de investigación judicial en la Audiencia Nacional, por lo que estimaque no debe hacer declaraciones fuera de este ámbito.

Finalmente, aseguró que "yo no soy político y esta comisión parlamentaria no puede depurar las responsabilidades en lo que a mí se refiere".

GRAN EXPECTACION

Camacho llegó al Congreso de los Diputados procedente de la cárcel madrileña de Soto del Real sobre las 8,00 horas de hoy y esperó en dependencias de la Cámara Baja hasta las 9,22 minutos, cuando fue escoltado por varios policías vestidos de paisano hasta la sala en donde se celebra la omisión.

Vestido con un traje de color azul marino, camisa clara y corbata oscura con rayas, Camacho entró en la sala luciendo un magnífico color moreno en el rostro, aunque sensiblemente más delgado y con unas gafas de pasta.

A su entrada en la sala, los servicios de la Cámara habían instalado un cordón de seguridad para evitar que el medio centenar de periodistas, cámaras y fotógrafos asaltaran al imputado. Las apreturas provocaron incluso que uno de los fotógrafos sufriera un mareo y tuviera qe ser atendido por los servicios médicos de la Cámara.

A su llegada, el comentario generalizado en los pasillos del Congreso era la dimisión de la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Pilar Valiente, y uno de los periodistas le gritó la novedad a Camacho, que no hizo ningún ademán y entró en la sala.

Durante los primeros minutos de la comparecencia, Camacho, a pesar de negarse a contestar a los diputados, comenzó tomando notas de las preguntas que le dirigía el portavoz socilista Juan Fernando López-Aguilar, que le invitó a que reconsiderara su posición y contestara a las preguntas.