Alcaraz recordó en rueda de prensa que los grupos parlamentarios han formulado una media de cincuenta peticiones de comparecencia, y el PSOE el doble, más de cien.

Haciendo cálculos, dijo, se concluye fácilmente que será imposible terminar en dos meses "a no ser que hagamos sesiones hasta los domingos y los días festivos, y ni comamos ni durmamos".

Además, advirtió de que algunas comparecencias, como ladel dueño de Gescartera, Antonio Camacho, que los grupos quieren celebrar en primer lugar, pueden requerir autorización judicial, que debe ser solicitada por la Presidencia del Congreso y que puede tardar unas semanas. Lo mismo puede ocurrir con el envío de una parte de la documentación solicitada.

Felipe Alcaraz expresó su temor a que el PP trate de "rebajar la tensión" de este caso retrasando comparecencias de miembros del Gobierno y centrándose en los "presuntos estafadores", pero advirtió de que ls ciudadanos no tolerarán esa "desviación de lo que debe ser una comisión de investigación parlamentaria".

El portavoz de IU reiteró la necesidad de definir las resonsabilidades políticas, y pidió a los miembros del Gobierno "que no anticipen cortafuegos" porque, por acción u omisión, pueden llegar a afectar "hasta a Aznar" si se demuestra, por ejemplo, que estuvo expresamente de acuerdo con el nombramiento de Giménez-Reyna.