Astorqui explicó que era necesaria la reorganización y modernización de los laboratorios del centro, "para lo cual necesitábamos una inversión que no podíamos realizar". Por ello, consitituyeron una sociedad de la que la fundación es propietaria al 50%; además han aportado el local y el persnal.

"Nosotros como fundación no nos podemos dedicar a hacer negocio externo y con esta unión, la empresa resultante lo puede hacer y es una de las grandes posibilidades que tiene la Fundción Jiménez Díaz de modernizarse, y avanzar científica y tecnológicamente".

Si la empresa fuera mal en el futuro, el gerente inistió en que el acuerdo recoge que todos los trabajadores volverán a la fundación "porque no tenemos intención en desmantelar la institución, como ellos dicen".