En la actualidad, el Gregorio Marañón alberga a medio centenar de drogodependientes. La mitad de ellos están ingresados en la cuarta planta del edificio central.

El gerente confirmó que en el centro circulan y se consumen drogas. Para tratar de paliar el problema, la dirección decidió abrir un ala de toxicómanos y proyectó la creación e un hospital de día y un equipo de asistencia domiciliaria para estos pacientes.

El hospital tiene abierto un expediente ante la Fiscalía de la Audiencia Territorial de Madrid, en el que se estudiará si los hechos denunciados sobre narcotráfico pueden ser constitutivos de un delito contra la salud pública.

En opinión de Abad, el Gregorio Marañón cuenta con un porcentaje mayor de consumidores de drogas que la media registrada en otros centros sanitarios, "dado que tradicionalmente ha admitido a pesos, población marginal y ciudadanos de la antigua beneficiencia".

La media asistencial a drogodependientes en este centro hospitalario es de 50 a 60, cifra que, en opinión del gerente, se ha estabilizado en el último año.