Esta obra, que analiza los principales hechos del sector de la televisión en España durante la temporada 2002-03, es la única publcación española en su género y ofrece las claves económicas y de programación del último curso televisivo, que viene marcado por la fusión digital, el cambio de accionariado en Antena 3 y la recuperación de la ficción española, que comparte el liderazgo con los programas de telerrealidad.

Entre los aspectos más destacados que recoge el Anuario, se encuentran, además de la fusión digital, el cambio de accionariado en Antena 3 y el éxito de las series de ficción españolas, el incremento notable de los pogramas de periodismo rosa en las rejillas de las cadenas, especialmente en Antena 3 y Telecinco.

Las televisiones autonómicas agrupadas en la FORTA vuelven a superar su techo histórico, que se sitúa en un 18,3%, aumentando su cuota de pantalla. Las televisiones no convencionales (digitales, satélite, cable, locales, etcétera) continúan creciendo, pero en menor medida que en las dos temporadas anteriores, en que subieron 1,3 y 1,4 puntos, respectivamente.

La crisis publicitaria parece haber llegao a su fin y el mercado se recupera ligeramente, si bien ese crecimiento corresponde a la fuerte subida de los ingresos publicitarios de TVE, que contrasta con la disminución de los mismos en el resto de operadores.

Según esta obra, la inversión publicitaria sólo se sostiene a costa de aumentar la ocupación, una estrategia que no garantiza la óptima recepción de los anuncios ni es eficaz, ya que provoca mayores movimientos de "zapping".

La televisión da muestras de un consumo cada vez más individalizado. Según un estudio de GECA correspondiente al curso 2002-03, el 44% del tiempo que se tiene encendido el televisor se está a solas (96 minutos), un porcentaje que incluso roza el 50% en el caso de los canales no convencionales. Asimismo, la televisión se ve en compañía de otra persona en un 36% (80 minutos) y en grupos de tres o más individuos en un 20% (43 minutos).