El arrecife, que mide tres kilómetros de longitud por uno de ancho, tiene una profundidad de fondeo de entre 19 y 23 metros y está formado por 220 módulos de hormigón de entre 3,6 y 6,8 toneladas cada uno.

De los 220 módulos, 175 son de protección y sirven para frenar el paso de los barcos de arrastre, 35 son mixtos y son un refugio para las poblaciones marinas, mientras que los 10 restantes, llamados de producción, dsponen de pequeñas celdillas que ayudan a la reproducción de la fauna marina.

La finalidad primera de los arrecifes es aumentar la productividad pesquera, facilitando a los peces el hábitat adecuado para su supervivencia. De esta forma se logran dos objetivos: por un lado, recuperar los fondos marinos de interés, y por otro, al crecer la biomasa acuática incrementar la captura pesquera.