La comisión ejecutiva de este programa se reunió ayer para presentar el balance de actividades del pasado año y plantear las posibles actuacines para 1992. Esta comisión está presidida por el consejero de Trabajo y Asunto Sociales del Gobierno valenciano, Martín Sevilla.

El objetivo esencial de las ayudas es apoyar a los países en desarrollo en programas destinados al crecimiento económico y la mejora de las condiciones de vida de los pueblos.

Estas ayudas se instrumentan a través de convenios con entidades sin ánimo de lucro y la convocatoria dirigida a organizaciones no gubernamentales (ONGs), con el fin de apoyar la iniciativa socil.

Según fuentes de la Generalitat, durante 1991 se concedieron más de 82 millones de pesetas a través de los convenios firmados con entidades sin ánimo de lucro. Las ONGs recibieron cerca de 30 millones para la ejecución y puesta en funcionamiento de proyectos en países en desarrollo.

El Programa de Cooperación y Solidaridad Norte-Sur de la Generalitat valenciana concedió el pasado año 34 becas que permitieron a estudiantes y postgraduados de los países en vías de desarrollo realizar estudios enesta comunidad.

Según las mismas fuentes, durante 1991 se financiaron tres proyectos formativos sobre gestión empresarial y comercio exterior en Chile, Uruguay y Nicaragua.

En ellos participaron empresarios y cooperativistas valencianos que, además de aportar su experiencia, establecieron contactos con entidades de interés de esos países.

Asimismo, durante el 1991, según la Generalitat valenciana, se posibilitaron 42 pasantías. Esta modalidad permite el conocimiento de experiencias concretasde gestión, investigación y desempeño profesional mediante la estancia en esta comunidad por un periodo breve de tiempo.

Todas las pasantías realizadas en 1991 fueron para profesionales iberoamericanos y correspondieron a materias como bioestadística avanzada, desarrollo local, urbanismo y administración local, entre otras.