Se trata, explicó el Govern en una nota, de un decreto "respetuoso" con la ley estatal, que prima el derecho del no fumador, pero haciendo posible que estas dos cuestiones sean compatibles con una adaptación viable de los establecimientos hosteleros y turísticos de la Comunidad Valenciana.

En su articulado, el decreto recoge las normas para la habilitación de zonas para fumar, en el que se concreta la necesidad de que estén separadas y señalizadas de las zonas en las que no está permitido fumar.

Así, el artículo II del decreto especifica que la compartimentación entre ambas zonas "se podrá realizar con cualquier elemento que garantice que el espacio destinado a no fumadores permanece libre del humo del tabaco".

En este sentido, y dado que los establecimientos de menos de 100 metros cuadrados pueden elegir si se puede, o no, fumar en ellos, y los que superan estas medidas deben establecer zonas separadas con la debida señalización, el decreto concreta cómo se calculará la superficie del local correspondiente.

Así, el decreto especifica que se contarán como metros del local todos aquellos habilitados para uso común, excluyendo los destinados a baños, y almacén o la zona que queda tras la barra.