Al mismo tiempo, Blasco mostró su enorme satisfacción porque durante el pasado 1999 de las 110 adopciones nacionales registradas en la Comunidad Valenciana, 57 fueron de familias que se inclinaron por adoptar menores considerados con necesidades especiales.

En esta estimación se encuentran menores de más de 6 años, grupos de hermanos, y menores con deficiencias psíquicas, físicas y sensoriales y, por lo tanto, de difícil aceptación, aclaró.

A su juicio, estos datos reveladore demuestran que las familias valencianas deciden cada vez más adoptar menores en situaciones de especial dificultad, lo que supone "una acción doblemente loable".

Con frecuencia, explicó, estos menores están condenados, tan sólo por su condición o características específicas, a permanecer en centros de protección, con pocas posibilidades de que sean adoptados.

"Afortunadamente", continuó, "la situación ha ido cambiando en los últimos años, en parte, gracias a las campañas de información y sensibiización dirigidas a las familias que periódicamente realiza la consejería de Bienestar Social junto con los ayuntamientos y entidades".

Aún así, precisó el consejero, en la Comunidad Valenciana hay un total de 62 menores en situación jurídica de ser adoptados que, por las características especiales, que presentan no se les ha encontrado familias adoptivas.