Joan realizó estas declaraciones ante la aprobación en la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo del Informe Gra‡a Moura, donde se afirma el derecho de los padres a escoger "la lengua oficial en que deben ser educados sus hijos en países donde coexisten una o más lenguas oficiales o regionales".

Según Joan, "si debemos vivir juntos, tenemos que educarnos juntos. No tendría ningún sentido establecer clases separadas en función de la lengua del alumnado".

Asimismo, Joan consideró que "las dobles líneas podrían ocasionar una fractura social, de la cual los sucesivos gobiernos de Cataluña han querido huir". Así, afirmó que "abrir este debate no sólo es inoportuno, sino que constituye una grave irresponsabilidad política".

El secretario consideró, además, que "se quiere mostrar como problemático un sistema educativo que, en realidad, no es visto como tal por la población catalana". Según Joan, "nuestra sociedad acepta mayoritariamente el sistema de inmersión lingüística, y este hecho constituye una fuente de cohesión social".