Hoy comienza una nueva fase de la ONUCA, ya que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad prorrogar la misió de los "cascos azules" en Centroamérica hasta el próximo 7 de noviembre. Ante de que venza este nuevo plazo, tendrá que volver a debatir si su presencia allí sigue siendo necesaria.

La ONUCA está en la zona desde 1989 con la misión de verificar sobre el terreno el cumplimiento del Acuerdo de Esquipulas II, suscrito por los gobiernos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

La ONU deberá decidir ahora si los "cascos azules" participan en el proceso de normalización de la vida olítica en El Salvador, con la creación del grupo ONUSAL (Naciones Unidas para El Salvador), con el fin de vigilar la celebración de elecciones libres en este país y el respeto de los derechos humanos.

El Gobierno español estaría dispuesto a mandar tropas a El Salvador, que actuarían bajo los auspicios de la ONU, para realizar tareas similares a las que ya hicieron cuando verificaron el desmantelamiento de la "contra" nicaragüense y vigilaron el proceso electoral.

MILITARES ESPAÑOLES

Ochenta y eis militares españoles de los tres ejércitos, la mayoría de ellos de Tierra, han participado como observadores de la ONU desde 1989. En esta fecha, la ONUCA era dirigida por otro español, el general Agustín Quesada.

Veinte miembros del Ejército de Tierra participaron en la verificación de contingentes militares cubanos de Angola. Seis permanecerán allí hasta finales de junio, mes en que concluye la salida definitiva de los cubanos.

En Namibia, ochenta y cinco militares del Ejército del Aire vigiaron en abril de 1989 el proceso electoral, dando apoyo a las fuerzas de la ONU con aviones de transporte "aviocar" y "hércules".

Desde noviembre de 1989 hasta enero de 1990, el Ejército español también veló por mantener la limpieza de las elecciones de Haití.

JEFE DE VERIFICACION

El general Suances Pardo, que hasta ahora estaba encargado de la Unidad de Verificación del Estado Mayor de la Defensa, nació en 1935 en Bata (Guinea Española) e ingresó en el Ejército de Tierra en 1950.

En 1983 scendió a teniente coronel, cuatro años más tarde a coronel y en 1990 alcanzó el empleo de general de Brigada de Infantería.

Es diplomado del Estado Mayor, piloto de helicópteros, especialista en carros de combate, cooperación aeroterrestre y protección NBQ (contra la guerra nuclear, bactereológica y química).

En el extranjero ha obtenido los diplomas de Estado Mayor de la Escuela de Defensa de la OTAN y de Instrucción Militar de Piloto de Helicóptero de Estados Unidos. Ha sido condecorado dos vees con la Cruz al Mérito Militar, una con la Cruz al Mérito Aeronáutico y otra con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.