Las organizaciones de la ILGA van a recoger firmas de personalidades, organizaciones no gubernamentales y sindicatos para dirigir a sus respectivos gobiernos con el fin de conseguir que la orientación sexual figure como un derecho fundamental en la Unión Europea.

Asimismo, la ILGA reclama que las directivas de la UE sobre libre circulación de las personas y derechs laborales contemplen por tanto la orientación sexual y a las parejas homosexuales.

Por otra parte, los gays y lesbianas reclaman a la UE que no realice acuerdos comerciales con países que no respentan los derechos humanos, como es el caso de Chile que áun penaliza la homosexualidad.