Saénz advirtió de que la decisión del Gobierno de permitir la distribución del Gasóleo B por las cooperativas agrarias, incluso para agricultores no cooperativistas, sigue pareciéndoles un "coladero" que podría perjudicar gravemente a las gasolineras situadas en las zonas rurales, por lo que su organización "permanecerá atenta, ya que nos tememos que esa medida es sólo la punta el iceberg".

A este respecto, recalcó que vigilarán con la máxima atención "la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado, porque es donde el Gobierno suele meter todos los goles habidos y por haber, y no me extrañaría que intentaran meternos algún gol".

La propuesta del Gobierno prevé que todas las cooperativas agrarias que vendan gasóleo B a los agricultores no cooperativistas lleven una contabilidad separada, para aplicarle una fiscalidad sin las bonificaciones tributarias e que gozan las cooperativas. Saénz dijo que "eso, en la teoría está bien, pero en la práctica no hay quién lo controle".