La reunión mantenida en la tarde de ayer durante más de dos horas entre el secretario de Estado de Energía, Nemesio Fernández Cuesta, y representantes de la patronal de gasolineras, CEES, acabó en tablas.

Fernández Cuesta explicó tras la reunión que el Gobierno sólo introducirá modificaciones técnicas en el ecreto que permite a las cooperativas de transportistas convertirse en consumidores finales de gasoil, y suministrar así combustible barato a sus asociados, pero no está dispuesto a retirarlo.

Dicha retirada es la demanda que ha llevado a los gasolineros a abrir una negociación con Industria bajo la amenaza de convocar el cierre patronal indefinido en el sector, medida que se debate en la asamblea que celebran hoy en Madrid.

El responsable de Energía admitió, no obstante, que la profusa documentaión jurídica presentada por la CEES al ministerio ha llevado al Gobierno a asegurarse, antes de aprobar el decreto, de que éste no presenta objeciones legales de ningún tipo. Para ello remitirá el texto al Consejo de Estado con el fin de que emita un dictamen, que por otra parte es preceptivo en cualquier caso.