Según el texto, al que ha tenido acceso la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se prohibirá el uso de surtidores de gasolina que no tengan la mencionada etiqueta a la vista del público y, además, en ésta figurará una fecha de caducidad.

La OCU ha acogido favorablemente la orden que prepara el CEM, que pertenece al Ministerio de Fomento, si bien la organización de consumidores desea mayores precauciones en algunos casos.

Entre las exigencias de la OCU que recoge el proyecto de orden figura que la reparación de un surtidor "sólo podrá ser realizada por una persona cualificad, previamente inscrita en un Registro de Reparadores Autorizados".

Asimismo, una vez realizada la reparación deberán restituirse todos los precintos que se hayan tenido que levantar para efectuarla. Será obligatorio apuntar en el libro-registro de reparaciones cualquier manipulación del surtidor, con indicación de su fecha y la identidad del reparador.

Una vez producida la reparación, será puesta en conocimiento de la Administración pública competente para que verifique el hecho antes de poner enfuncionamiento el surtidor. El proceso de verificación incluye la colocación en lugar bien visible de una etiqueta de verificación.

Por otra parte, la responsabilidad de las verificaciones periódicas (una vez al año) pasa a ser de los empresarios con la nueva orden, que han de solicitarla antes de que expire el mencionado plazo de un año. Para la OCU, sería mejor que fuera cada 6 meses.