Sacristán señaló que la OCU había declinado la invitación de la Administración para acompañar a los inspectores, que son equipos mixtos compuestos por funcionarios de Industria y Consumo. La Comunidad está revisando además todos los surtidores de cada estación de servicio, no sólo los detectados como defectuosos, por lo que los resultados de la inspección podrían demorarse más de 24 horas (algunas gasolineras tienen cerca de 40 mangueras).

Respecto a la posibilidad de que un surtidor electrónico pueda ser manipulado, tal y como apunta hoy "El País", Sacristán se limitó a recordar una frase que dice que "en electrónica todo es posible". La cuestión es si es posible burlar el precinto de la Comunidad, ante lo que el responsable autonómico respondió que no poseía información suficiente todavía.

Sacristán anunció que "la Comunidad va a explicar totalmente el tema, va a ser transparente" y que cuando las inspecciones concluyan hará publico los resultados.