La subida de los combustibles está afectando de forma importante a este colectivo, especialmente a los facultativos de zonas rurales, que deben desplazarse a zonas lejanas de la consulta y, a veces, de difícil acceso.

En declaraciones a Servimedia, José Manuel Martín Gutiérrez, presidente del sector de Atención Primaria de la Confederación Estatl de Sindicatos Médicos (CESM), explicó que el Insalud y otros servicios regionales sólo se hacen cargo del transporte del facultativo durante sus guardias, bien en ambulancias o en coches del 061, y nunca en jornada ordinaria.

Recordó que, a pesar de que los acuerdos de 1992, que cerraron una huelga de facultativos, contemplaban la asignación de una cantidad variable para compensar la utilización del vehículo propio para realizar las visitas, dependiendo de la dispersión del territorio en el que se eercía y el número de cartillas asignadas, el aumento nunca llegó a aplicarse.

"La situación es todavía más complicada en el medio rural y en comunidades con poblaciones dispersas y de difícil acceso, donde no hay transporte público. Soy de Asturias y ejercí en lugares donde tardábamos una hora en llegar en un todo-terreno que tuve que comprarme para poder acceder a lugares próximos a Picos de Europa", dijo.

El doctor Martín Gutiérrez señaló que los médicos rurales desarrollan su trabajo en unas "ésimas" condiciones laborales. Se les exige tener carné de conducir y coche propio "para poner a disposición de su empresa". Además, añadió que la Sanidad pública no se hace cargo de los gastos de los accidentes o problemas que puedan producirse en el trayecto a la casa del paciente, "porque el Supremo no lo ha considerado accidente de trabajo".

Según datos del sindicato, el 50% de los médicos de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud ejercen en zonas rurales del país.