En su declaración ante la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga el fraude, afirmó que durante su estancia en la región verificó 13 aparaos y pudo comprobar que los programas informáticos estaban correctos y correspondían con los originales de fabrica. Añadió que existe más de un 99,5% de posibilidades de que no hayan sido manipulados.

Destacó que el software es muy difícil de manipular y que para ello serían necesarios muchos medios, personas expertas en informática y un trabajo complejo de más de tres meses.

A continuación, señaló que no cree que nadie haya manipulado los programas, ya que es "mucho más fácil" manipular la entraa de impulsos, que en su inspección comprobó que no estaban protegidos.

Con relación a este tema, explicó que en Alemania todos los medidores de impulsos están sellados y que intentar manipular este sistema es "tan grave como fabricar monedas falsas".