En cuanto al comportamiento de las gasolinas, la sin plomo subió 11 céntimos en Península y Baleares, lo mismo que la súper. En la UE, por el contrario, la sin plomo se abarató 56 céntimos y la súper cayó 11 céntimos.

Los precios de la gasolina sin plomo alcanzaron en noviembre los 29,4 céntimos de euro por litro antes de impuestos, frente a los 29,2 de la media de la UE. En cuanto a la súpe, frente a los 32,3 céntimos de España, la UE tiene un precio medio de 31,6 céntimos. Por último, el gasóleo de automoción alcanzó en España los 30,4 céntimos, mientras que en la UE se sitúan en 29,7 céntimos.

Con impuestos incluidos, España tiene el tercer precio más bajo de la UE en gasolina sin plomo, con 80,1 céntimos por litro, por encima de Luxemburgo (76,1) y Grecia (72,9), lejos de los 114,3 céntimos de Holanda o los 109,9 del Reino Unido.

En cuanto a la súper, el precio después de impuesos en España es de 87,1 céntimos por litro, sólo más caro que en Grecia (78,1 céntimos). En el gasóleo, España ocupa también el tercer lugar por precio más barato (69,5 céntimos), frente a los 64 de Grecia y los 64,1 céntimos de Luxemburgo.

Según el informe, la dispersión nacional de los precios de las gasolinas se redujo durante el pasado mes, lo que supone una convergencia de los importes de las estaciones de servicio en función de la comunidad autónoma en la que estén ubicadas.

Así, la diferenia entre el mayor y el menor precio con impuestos de la sin plomo pasó de los 18,4 céntimos por litro de octubre a los 16,6 céntimos por litro en noviembre, mientras que en la super descendió de los 20,4 a los 17,4 céntimos y en el gasóleo de los 17,7 a los 14,5 céntimos por litro.

Por comunidades autónomas, Baleares es la más cara en gasolina sin plomo, con 29,7 céntimos por litro antes de impuestos, frente a los 28,9 de Navarra, la más barata. En gasolina súper, de los 32,6 céntimos de Baleares se psa a los 32 céntimos de Navarra. Por último, en el gasóleo, es Baleares también la más cara (30,7 céntimos) y Cantabria la más barata (30,2 céntimos).

Una vez aplicados los impuestos, y como consecuencia de la implantación del "céntimo sanitario", es la Comunidad de Madrid la región más cara para la compra de combustible en todos los productos.