11-M

GARZÓN: QUIENES VINCULARON ETA Y 11-M A TRAVÉS DEL ÁCIDO BÓRICO PRETENDÍAN GENERAR UNA "APARIENCIA SIN SUSTENTO REAL"

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón sostiene que la vinculación de los atentados del 11-M con la banda terrorista ETA por parte de los peritos que analizaron el ácido bórico encontrado en casa de uno de los imputados por la masacre se hizo para "generar una apariencia sin sustento real alguno".

Así consta en un auto por el que el juez Garzón concluye la investigación sobre el ácido bórico encontrado en el domicilio de Hassan El Haski, procesado por los atentados del 11-M.

El magistrado había remitido a los juzgados de Plaza de Castilla la parte del caso relativa a la presunta falsificación del informe sobre el ácido bórico encontrado en diciembre de 2004 en la casa de Hassan El Haski, procesado en el sumario de los atentados del 11-M.

No obstante, decidió continuar con la investigación acerca de la citada sustancia química y ver si tenía alguna relación con la causa de los atentados de Casablanca, ocurridos el 16 de mayo de 2003, en el que también está imputado El Haski.

Ahora, el juez Garzón concluye que el ácido bórico hallado en el domicilio de Hassan El Haski "carece de relevancia jurídico-penal para poder imputar un delito de tenencia de sustancias explosivas con fines terroristas".

En el auto, el juez se apoya en diversos informes, según los cuales "no consta ningún dato, informe, documento, estudio o similar que permita afirmar que el ácido bórico haya tenido algún uso como elemento de sustancia explosiva hasta la fecha en España", un extremo también avalado por la Unidad Central de Explosivos y NRBQ, por el Servicio de Información de la Guardia Civil y el Departamento de Química del Servicio de Criminalística y el Servicio de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ.

Asimismo, señala que en la casa de El Haski no se encontró ninguna sustancia que, unida al ácido bórico, indujera a pensar en un uso de éste diferente al doméstico, es decir, como insecticida, especialmente para matar cucarachas, antibacteriano o antigúngico. "No se ha conseguido establecer una mínima posibilidad de que existiera otro elemento para fabricar explosivos", añade Garzón.

Además, Garzón destaca un informe elaborado por los peritos Manuel Escribano e Isabel López Cidad en el año 2000, y en el que concluyen: "el ácido bórico no es una sustancia explosiva ni incendiaria".

Para Garzón, la no inclusión de este informe en el posteriormente redactado, el 21 de marzo de 2005, sobre el ácido bórico encontrado en la casa de el Haski, y en el que vinculaban el 11-M con ETA fue una omisión "perfectamente meditada", pues de ello dependía el poder mantener que existía una vinculación entre ETA y las organizaciones terroristas islamistas.

Para Garzón, los peritos que realizaron el informe que vinculaba el 11-M y ETA "no se ocuparon de profundizar sobre la naturaleza del ácido bórico como componente de sustancias explosivas ñ...í sino en resaltar la hipotética y artificial conexión" referida.

A su juicio, la relación de islamistas con ETA "se desvela no sólo artificial, sino intencionadamente traída para ofrecer un resultado irreal, contrario a la línea de investigación policial y judicial y con el fin de cuestionarla".

Asimismo, sostiene que el citado informe, de 21 de marzo de 2005, en el que señalan que el ácido bórico había sido también encontrado en un piso franco de ETA en noviembre de 2001 y en casa del activista antisistema Iván M.G. en 1999, "no superó el visado y control de calidad" de la policía científica.

Así, sostiene que la decisión de no incluir en el informe oficial las conclusiones de estos tres peritos acerca de la posible conexión entre el 11-M, ETA y el activista antisistema fue "no sólo oportuno, sino necesario porque ni eran ciertas, ni científicamente eran sostenibles".

"Quien visó el informe de referencia tenía la obligación de cumplir esas normas de control de calidad de la Comisaría General de Policía Científica y eliminar unas observaciones inveraces, preconstituidas con finalidad distinta a la propia del informe, y ello aunque no se hubiera sugerido la posible conexión ETA-islamistas (jihadistas)", dice Garzón.

No obstante, apostilla que, "el que hubiera aparecido tampoco hubiera supuesto mayor incidencia, dada la facilidad para establecer el inconsistente alcance de dicha afirmación".

DELIRANTE

En el auto, Garzón califica de "delirante" sugerir, como hicieron los peritos, que podía existir una relación entre las personas a las que se les había encontrado ácido bórico. "No tiene, ni siquiera como posibilidad, el más mínimo rigor científico o real".

El juez se pregunta por qué los citados peritos decidieron hacer pasar por oficial el informe que habían elaborado, omitiendo los datos de la inocuidad del ácido bórico, y que había sido rechazado por sus superiores, que sí cumplieron con las normas legales y de control de calidad.

En su resolución, el juez concluye que los documentos aportados a su juzgado y el publicado por el diario "El Mundo" han sido extraídos "del único original fabricado" por Manuel Escribano, uno de los tres peritos que elaboraron el informe que vinculaba el 11-M y ETA, documento "al que sólo él tenía acceso".

El juez Garzón levanta el secreto parcial de este caso y remite el auto al Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, dirigido por Gemma Gallego, que investiga la presunta falsificación del citado informe sobre el 11-M.

(SERVIMEDIA)
10 Oct 2006
B