Garzón, que pronunció una conferencia sobre "Delincuencia económica y organización del Estado" dentro de los cursos de verano de El Escorial, destacó que nadie cuestiona la necesidad de la existencia de estos fondos, "aunque es más discutible que tengan carácter secreto".

"Cuando existen indicios racionales de que estos fondos han podido ser desviados ilícitamente, la reserva del secreto debe cesar ante la orden del juez (...). s preciso una regulación y un control interno de los fondos reservados que prevenga su utilización ilícita", explicó.

Asimismo, insistió en que sería necesario un control parlamentario riguroso de estos fondos, así como establecer las responsabilidades políticas de los ministros correspondientes y del presidente del Gobierno, si se demuestra que se han utilizado de forma fraudulenta.

Por otra parte, dijo que una de las formas de delincuencia económica y corrupción política más extendida es la finnciación irregular de algunos partidos políticos, que a través de empresas interpuestas, testaferros o empresas de fachada han exigido y obtenido contribuciones millonarias con la apariencia de legalidad.

"En la mayoría de los casos", añadió, "ocultan una multiplicidad de delitos de falsedad, prevaricación, malversación de caudales públicos, estafa o apropiación indebida, cuando no de información privilegiada y tráfico de influencias, generalizando favores a cambio de estas actividades ilícitas".

A su juicio, es preciso regular nuevamente toda esta materia y afianzar los mecanismos de control, estableciendo un nuevo sistema de financiación que contemple un seguimiento riguroso de los ingresos de los partidos políticos, mediante una vigilancia estrecha del Tribunal de Cuentas.

PESANTEZ BUROCRATICA

El ex delegado del Gobierno en el Plan Nacional contra la Droga señaló que la "voracidad expansiva" del poder Ejecutivo ha deteriorado la calidad democrática, "prescindiendo de un auténtico sistema ue garantice claramente los controles y contrapesos entre los poderes".

"Esta circunstacia viene motivada por una especie de pesantez burocrática de las mismas o porque no interesa elaborarlas (las nuevas medidas contra la corrupción), a fin de preservar determinadas posiciones de privilegio y mantener zonas carentes de control u opacas que favorecen claramente hechos ilícitos en determinados ámbitos de dichas estructuras", dijo Garzón.

En este sentido, subrayó que la falta de medidas rigurosas cntra la corrupción "favorece el ejercicio torcido y prepotente del poder y la confusión de lo público y lo privado mediante una progresiva patrimonialización del Estado".

No obstante, aseguró que el fenómeno de la corrupción en España no hace peligrar el sistema democrático, "como exageradamente se afirma", aunque precisó que se "tiene la sensación de estar frente a la punta del iceberg y que el magma de la corrupción se expande lenta y minuciosamente".