Así lo manifestó en un acto de campaña en Burgos, su primera aparición pública, tras pasar la covid-19, durante el que criticó la convocatoria de elecciones anticipadas en mitad de la sexta ola de la pandemia “por intereses puramente partidistas del Partido Popular” y de un candidato “que comenzó siendo el candidato de las macrogranjas y que en este momento es el candidato investigado por la Fiscalía” por financiación irregular.

La convocatoria electoral del 13 de febrero “esconde también una intencionalidad de que en esta campaña no se hable de cuestiones fundamentales” y la más importante de ellas es “la gestión del propio Partido Popular durante más de 30 años de gobierno en esta comunidad”.

La política del PP, destacó Garzón, ofrece “recortes en Sanidad, en Educación, en inversión pública y macrogranjas y contaminación para todo el territorio”, una política “que destruye también a la ganadería tradicional y las actividades sostenibles”.

Recordó el responsable de Consumo que Alfonso Fernández Mañueco dijo que “el modelo de Ayuso es el modelo que a él le gusta”, un modelo “de bajar impuestos a los ricos, a las grandes fortunas y a las grandes empresas”, recortando los ingresos y provocando que “haya menos dinero por la competencia con otras comunidades autónomas, como por ejemplo Castilla y León “. Ese ‘dumping fiscal’ significa que “la política del Partido Popular de Madrid está retirando ingresos a Castilla y León”, dificultando “tener sanidad pública, educación pública y servicios públicos”.

“El señor Mañueco puede ser justamente llamado el candidato de las macrogranjas”, porque el inicio de la campaña tuvo como origen “un bulo, una mentira dirigida contra mi persona, contra Unidas Podemos y contra el gobierno de coalición”, un bulo que pretendía “proteger los intereses de unas grandes empresas” que lo que hacen “es destruir la ganadería tradicional, social, familiar extensiva”, un modelo que “está permitiendo hasta cierto punto arraigar población en el territorio", concluyó Garzón.