Garralda protagonizó la Cátedra Economía y Sociedad de la Fundación “la Caixa” y durante su intervención destacó que el Estado de derecho y la economía de mercado son “los dos pilares de una democracia plena” y señaló como “crucial” contar con “instituciones fuertes, una seguridad jurídica” y una “estrecha vinculación” entre las empresas y las instituciones.

“Desgraciadamente, en España echamos de menos esta capa institucional que garantiza que los vaivenes políticos no afectarán al arraigo de las instituciones en la consideración de los ciudadanos”, afirmó.

A juicio de Garralda, “sería acertado que cada esfera de actuación, tanto la pública como la privada, fuese consciente de sus propias competencias sin inmiscuirse la una en la otra” pero siendo ambas “colaboradoras”.

Preguntado sobre esta queja y sobre la postura que deberían adoptar los empresarios, el presidente de Mutua Madrileña resaltó que “el que calla presta a otro su voz y si los empresarios se callan del todo están prestando la voz a otros”.

En su opinión, no deben “tomar un papel político claro ni partidista”, pero sí posicionarse en determinados asuntos trasversales “y uno es que las instituciones sean sólidas” e “independientes”. Garralda subrayó que “hay que hacer verdaderos esfuerzos para que sean independientes” y entre esas instituciones destacó el sistema judicial. Consideró que si dejan de ser independientes, “empiezan a perder autoridad moral”, con lo que defendió que “todo lo que sea reforzar las instituciones, los empresarios lo podemos claramente manifestar de forma abierta”.

Garralda también dijo estar “bastante preocupado” por la desafección de los ciudadanos hacia las empresas y en particular hacia las más grandes, lo que “puede tener un efecto contraproducente” porque las compañías grandes son más productivas y resistentes a las crisis. “Debemos ganar tamaño empresarial y que los ciudadanos no tengan tan pobre concepto de las grandes empresas”, dijo.

Además, comentó que “para lograr este bienestar social el primer paso es la sostenibilidad económica de las propias empresas, su solidez y crecimiento económico”.