GARCIA VARGAS PIDE MAS COLABORACION CIUDADANA PARA ACABAR CON EL TERRORISMO ETARRA

BARCELONA
SERVIMEDIA

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, reclamó hoy la colaboración de todos los ciudadanos en la lucha contra ETA, durante los funerales celebrados en Barcelona por el comandante del Ejército del Aire Arturo Anguera Vallés de 50 años, asesinado ayer en atentado. La ceremonia tuvo lugar a las 11 de la mañana en la capilla castrense del Parc de la Ciutadella.

García Vargas afirmó, tras el acto religioso, que la lucha contra la banda terrorista "se prolongará todavía durante un tiempo, pero la va a ganar el conjunto de la sociedad".

El ministro pidió a los ciudadanos que comuniquen a las fuerzas de seguridad del Estado "cualquier movimiento sospechoso, y si reparan en cualquier persona extraña, porque cualquier inforación puede ser en este caso absolutamente preciosa".

El titular de Defensa dedicó finalmente unas palabras "a los terroristas y a los que les apoyan políticamente". Julián García Vargas dijo que "con estas acciones lo único que van a conseguir es que los asesinos se pudran en la cárcel".

En opinión de Julián García Vargas, el "comando" etarra que asesinó al comandante del Ejército del Aire es "pequeño, itinerante, con mucha experiencia, y actúa improvisadamente, sin objetivos prefijados, pero simpre militares".

A los funerales celebrados en la capilla castrense asistieron, además de García Vargas, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall; el jefe de la cuarta región militar, Ricardo Marzo Mediano; el presidente del Parlamento de Cataluña, Joaquim Xicoy; el delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí Jusmet, y el gobernador civil de Barcelona, Ferrán Cardenal, entre otras autoridades.

La ceremonia fue oficiada por el arzobispo de Barceona, Ricard María Carles, quien dijo, al inicio de la homilía: "Me han matado un amigo". A Carles, natural de Tortosa, como el militar asesinado, le unía una amistad de muchos años con la familia Anguera.

El arzobispo de Barcelona rindió un homenaje a "los servidores del orden público y la defensa del Estado, que arriesgan sus vidas, como le ha pasado al comandante Anguera". Según Ricard María Carles, "los terroristas se aprovechan de los Juegos Olímpicos para obtener más resonancia de las muertes queprovocan".

Los restos mortales del comandante asesinado serán trasladados esta tarde a Tortosa, donde serán enterradados. Antes, a las 4 de la tarde, se celebrará un oficio en la catedral de esta ciudad. El Ayuntamiento de Tortosa, por su parte, convocó para hoy un pleno extraordinario con el fin de condenar el atentado.

Por otro lado, el teniente médico que acompañaba al comandante del Aire en el automóvil y que resultó herido fue dado de alta a media tarde de ayer. El otro ocupante del vehículo el soldado conductor Javier Amposat Masdeu, permanece todavía ingresado en estado grave en el Hospital Clínico de Barcelona, donde ayer fue intervenido quirúrgicamente.

Los hechos se produjeron a las 14,45 horas, en el barrio del Poble Sec de Barcelona, cerca de Montjuic. Los dos etarras que participaron en el atentado se situaron frente al "Talbot Horizon", matrícula EA-3730-3, en el que viajaban los militares y dispararon con metralletas, cuando el coche circulaba por la esquina de la calle Palaudeies con Vila i Vilà.

El Gobierno Civil de Barcelona atribuyó la autoría del atentado a los mismos etarras que mataron a dos policías en Barcelona el pasado 13 de diciembre, en la calle de Caballero, los dos miembros del llamado "comando itinerante" de ETA, José Luis Urrusolo Sistiaga y Juan Jesús Narváez Goñi.

(SERVIMEDIA)
09 Ene 1992