García Vargas, que hizo estas declaraciones en los pasillos del Congreso, subrayó que la posición del Gobierno español no está a favor de la reirada de las tropas españolas. "Si se hace inevitable", advirtió, "indudablemente se producirá. Pero quisiéramos seguir agotando las posibilidades negociadoras".

El ministro constató que las partes enfrentadas apuestan cada vez más por la solución militar al conflicto y explicó que se ha producido un cierto equilibrio militar que impidirá que ninguno de los bandos obtenga éxito en el terreno militar.

"Ante tal situación", agregó, "lo que hemos hecho ha sido prever la necesidad de preservar la intgridad de nuestras fuerzas y por eso hemos contribuido al plan de repliegue de la Alianza Atlántica, anunciándole cual sería nuestra participación adicional a los 'cascos azules' que hay allí, en caso de retirada".

A la pregunta de quién financiaría esa operación de retirada, García Vargas dijo que la operación correspondería a Naciones Unidas, mientras que la ejecución material, en cuanto a organización y planeamiento, se ha encargado a la OTAN.

Por otra parte, el ministro subrayó que el embargode armas no se respeta al cien por cien, pero señaló que, gracias a los controles del Adriático y el Danubio, esas violaciones son mucho menores.