Lo hizo durante su participación en la Segunda Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (Cilpe 2022), una cita, celebrada en Brasilia (Brasil) que busca crear nuevos lazos entre ambos idiomas.

García Montero indicó que las cinco pautas que exigen una “necesaria cooperación mutua” son las siguientes: la economía, el apoyo a las instituciones que defienden sus lenguas y sus culturas (el Cervantes y el Camões), incrementar el número de personas que estudian ambas lenguas, la apuesta por la ciencia y la tecnología y la defensa de la cultura y del conocimiento frente a “lo mucho que se invierte en analfabetismo, bulos, generaciones de odio o identidades cerradas”.

A su vez, reafirmó que “el español y el portugués deben tomar conciencia de las posibilidades de la cooperación mutua”, para lo cual es necesario “huir de la autocomplacencia”, ya que su importancia relativa, ejemplificada en sus 850 millones de hablantes, “se reducirá significativamente” como consecuencia del estallido demográfico en África subsahariana y Asia.

También lamentó que, a pesar de que el español y el portugués sean lenguas oficiales en muchos organismos internacionales, “no se utilizan como lengua de trabajo, lo que limita su uso e importancia real”.

García Montero proclamó que “nos une la historia, nuestra hermandad está clara”, lo que le sirvió para indicar que entre los retos que las dos lenguas tienen ante sí se encuentra “afianzar su presencia en la ciencia, porque la ciencia es una referencia de prestigio y el camino para ayudar al desarrollo”.

Por último, instó a “consolidar su peso” en la tecnología, la nueva cultura digital y las redes sociales.