Durante su intervención en la 14 Unión Interparlamentaria que el PP celebra en Sevilla, García-Escudero criticó que "para todos es evidente la crisis; para todos menos, por supuesto, para Zapatero y su gobierno de papel couché".

"Esa es hoy la mayor paradoja: que jamás hubo una crisis tan presente y jamás un Gobierno tan ausente a la hora de afrontarla. Un Gobierno que ni sabe ni puede. Un Gobierno que no adopta medidas, sino sólo poses para salir bien en los telediarios", dijo.

García-Escudero llegó a afirmar que "no es de extrañar que Zapatero haya decidido dejar de publicar el BOE en papel" porque "como no llevaba fotos, no le interesaba".

Además, denunció que por muchas "frases redondas" que utilice Rodríguez Zapatero en sus declaraciones públicas, esas "no crean empleo" para resolver los problemas de la crisis económica.

"Nosotros vamos a seguir demostrando que lo nuestro no son las frases vacías ni los eslóganes de usar y tirar, sino las propuestas concretas sobre los asuntos concretos que más preocupan a los españoles. Propuestas como las que se contienen en el paquete de reformas estructurales presentado por Mariano Rajoy esta misma semana", dijo.

García-Escudero Lamentó que el cambio de ritmo prometido por Zapatero "consiste en revolver otra vez los ministerios y en crearle al señor Chaves una vicepresidencia de retiro, porque en Andalucía ya soplan vientos de cambio y se ha constipado".

Además, censuró que Zapatero se comporte ante la crisis económica "como Nerón ante el incendio de Roma", esperando a que la crisis "se extinga por sí sola" mientras él participa en las cumbres internacionales como si fuera "un presidente que sólo está para altos cometidos".

García-Escudero se refirió también a la soledad parlamentaria de Zapatero, especialmente en el Senado, donde los socialistas se han quedado solos cuando ha tocado refrendar el límite de gasto presupuestario o los propios Presupuestos Generales del Estado en vigor.

Para terminar, destacó que para la sociedad española "hemos llegado a un momento de inflexión política" que comenzó a vislumbrarse con el triunfo del PP en las elecciones gallegas de marzo y que a su juicio se consolidará en las europeas del 7 de junio.