Con el libro "Los perdedores de la Historia de España", editado por Planeta, el historiador y profesor de la Universidad de Deusto aseguró hoy en rueda de prensa que se ha propuesto plantear "la Historia de España desde una óptica nueva en lugar de la habitual del 'boletín oficial, que siempre ha dicho que la Historia la escriben los vencedores'".

García de Cortázar ha huido de la narración del triunfo y de los oropeles del éxito político, militar o económico, y ha optado por situar el escalpelo sobre los grandes personajes marginados, fracasados y exiliados de este país, sobre gente que, adelantándose en muchos casos a su tiempo, prefirieron la disidencia y la heterodoxia a secundar las ideologías y las corrientes dominantes.

Por las cerca de 600 páginas de la obra desfilan nombres como el último rey zirí de Granada, Abd Allah; el pintor Luis Paret (genio del arte pero que tuvo que sufrir la sombra del genio mayor de Goya) o el democristiano Joaquín Ruiz-Giménez.

"Es injusto que los oprimidos y los perdedores no tengan su propia Historia", afirmó el autor, quien destacó que su obra acaba con un homenaje a las víctimas de ETA porque las considera "los últimos perdedores de la Historia de España".

Las últimas líneas del libro las dedica a estas víctimas y al conflicto vasco: "¿Qué escribirá el Tácito futuro", se pregunta, "de un territorio en el que se persigue al que discrepa de una ideología hermana del nazismo, donde aún se homenajea al verdugo y se aplaude al fanático?"

García de Cortázar le sugiere esta respuesta: "Quizá que allí todo era falso: falsa la historia, falsa la pedagogía, falsa la política, falsas las promesas".