García Berlanga subrayó que "hay que huir del cobijo de las subvenciones si queremos reconstruir la industria cinematográfica española" y defendió la potenciación de la figura del productor independiente. "Los proyectos ", explicó, "deben surgir de los productores, nunca de los despachos de los ministerios".

"Mi postura no gust a la mayoría de mis compañeros. Pero nosotros no somos cultura, sino industria y, por tanto, deberíamos depender de un organismo autónomo en el que podrían estar implicados los ministerios de Industria y Cultura", añadió.

El cineasta indicó que la política estatal en materia de cine, "que en ningún caso es restrictiva", ha potenciado las subvenciones sin advertir que esta fórmula "fomenta una especie de negligencia y conduce a los cineastas a la comodidad de esperar sentados a que les concedan una suvención".

IMITAR EL MODELO FRANCES

"No quiero con ésto decir que tengamos que nadar contra corriente de manera individual, porque eso sería el colmo del idealismo. Por supuesto que son necesarias algunas ayudas, como las promociones o los créditos blandos para los prioductores, pero creo que deberían canalizarse a través de sociedades finacieras fiscales, como las que se han desarrollado en Francia y que han levantado el cine francés", explicó.

Reiteró que los cineastas deberían separarse de lo organismos administrativos que trabajan a favor del cine, ya que impiden, "aunque no por censura", que los productores concentren sus esfuerzos en revitalizar la industria cinemaográfica española, "debido a que se crean unas comisiones que caen en el amiguismo o en el revanchismo".

Luis García Berlanga regresa este otoño a TVE con "Villarriba y Villabajo", una serie de humor que narra las rivalidades cotidianas entre los vecinos de dos pueblos que están prácticamente unidos y que, sin embargo, cada uo pertenece a una comunidad autónoma diferente.