Otamendi y Aizpurua publicaron el pasado 7 de junio una entrevista en sus respectivos diarios a dos miembros de ETA, quines en la conversación aseguraron que la violencia terrorista continuará y justificaban la violencia de la banda.

A instancias de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Garzón imputó a los dos terroristas entrevistados por amenazas y justificación de actos terroristas, no así a los dos periodistas mencionados.

Posteriormente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional amplió la querella a raiz del atentado perpetrado el pasado 14 de julio con coche-bomba y que terminó con la vida del concejal de Unión dl Pueblo Navarro (UPN) en el Ayuntamiento de Leiza (Navarra), José Javier Múgica Astibia.

Sin embargo, Garzón rechaza imputar a los periodistas un delito de inducción al asesinato, por considerar que ETA no hizo sino comunicarles su intención de seguir matando, es decir, que ya tenían la decisión tomada.

"Los directores de los medios no inducen con la entrevista a los miembros de ETA para que maten a un concejal determinado, ni siquiera a uno cualquiera, sino que simplemente reproducen una voluntd ya tomada por la organización terrorista", dice Garzón. "Por ello, nunca podrían ser autores de un delito de inducción al asesinato".

La Fiscalía de la Audiencia Nacional había fundamentado su acusación en el hecho de que en la entrevista los dos periodistas preguntan si los concejales de UPN dejarían de ser objetivo de ETA en caso de que pidieran el acercamiento de presos, a lo que los dos terroristas responden que sí.

Según Fungairiño, "puede establecerse una relación de antecedente y consecuncia entre la publicación de la entrevista (con el anuncio de que puede hacerse víctimas de atentados a los concejales de UPN) y el asesinato de Javier Múgica, precisamente concejal por la UPN".

Además de afirmar que la violencia terrorista continuará, en la entrevista, los dos miembros de ETA explican por qué los concejales del PP y del PSOE, determinados responsables de medios de comunicación y del mundo empresarial son objetivos de la banda terrorista, al tiempo que justifican los asesinatos de peronas como Ernest Lluch o José María Korta y el atentado perpetrado contra el director financiero del "Diaro Vasco", Santiago Oleaga.