En una declaración institucional sin preguntas en la sede central del Instituto Armado en Madrid, Gámez explicó que había presentado esta misma jornada su dimisión al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

A este respecto, fuentes gubernamentales informaron, poco antes de la comparecencia de Gámez, de que su sucesora sería la actual delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.

La directora saliente de la Guardia Civil, quien fue designada para el cargo 17 de enero de 2020, indicó que había decidido dejar el puesto después de que su marido haya sido citado “en el marco de un procedimiento judicial”.

Según ha venido informando el diario ‘Abc’, Juan Carlos Martínez fue asesor de consejerías y empresas de la Junta de Andalucía cuando en esta comunidad gobernaba el PSOE. En este contexto, un juez ha pedido información a la Agencia Tributaria para averiguar si la empresa de un hermano de Martínez, Bienvenido Martínez, transfirió fondos públicos a una consultora del marido de la directora saliente del Instituto Armado.

“NI POR ASOMO”

A este respecto, Gámez señaló que su dimisión ha sido una decisión “difícil”, pero que era la ¨única posible” para conseguir los objetivos “irrenunciables” para ella de “proteger” tanto a su familia como a la Benemérita.

Indicó que dimitía por “honestidad” y “responsabilidad”, al tiempo que aludió a que provenía de “una cultura personal política y profesional donde los valores y la ética están por encima de cualquier proyecto”.

Señaló que no iba a permitir “ni por asomo” que la citación judicial de su marido pueda ser usada por alguien para “dañar” a su familia, al Instituto Armado o al Gobierno del que “tan orgullosamente” dijo que ha formado parte.

Añadió que agradecía haber tenido el “enorme privilegio” de estar al frente de la Guardia Civil, ya que se trata de una institución que está formada por empleados públicos que se distinguen por “dar la cara en la adversidad”.

Por último, Gámez agradeció su confianza y a todos los mandos del Instituto Armado. Concluyó que cree haber aportado su “granito de arena” para que la Benemérita siga siendo “una de las instituciones más valoradas más queridas por la ciudadanía”.