Gallizo hizo esta afirmación ante la Comisión de Interior del Senado, donde la alto cargo del Ministerio del Interior acudió para explicar este incidente de Picassent y la política de tratamiento de presos de su departamento.

Respecto al incidente del 2 de enero, Gallizo se refirió a que fue un "hecho desafortunado" sobre el cual se pidieron explicaciones a la dirección del centro que lo había autorizado.

La responsable de Prisiones añadió que la actuación no costó nada a la cárcel, pero que "no tuvo ninguna trascendencia" y "ninguna importancia dentro del centro".

TRABAJO FUNCIONARIOS

Tras insistir en que el incidente fue algo excepcional, aunque inoportuno, Gallizo se refirió a que, en todo caso, el espectáculo erótico de la "stripper" fue "de tono bastante menos subido" que lo que programan algunas televisiones.

Gallizo hizo estas consideraciones tras referirse a que "incidentes anecdóticos" como éste de la cárcel de Picassent no pueden ensombrecer el trabajo en favor de la reinserción que se realiza tanto en esta prisión como en las del resto de España.

A este respecto, la secretaria general aludió a que en las cárceles españoles se realizan multitud de programas educativos, formativos o de deporte para intentar reinsentar a los presos.

Apuntó, en este sentido, a que en la actualidad en 46 cárceles hay 744 presos sometiéndose a programas contra la violencia de género, mientras que otros 428 siguen en 39 centros programas contra las agresiones sexuales.