GALLINAS. OCU FELICITA A LA GUARDIA CIVIL POR SU ACTUACION, PERO LAMENTA QUE LUEGO SUS DENUNCIAS "SE DUERMAN" - Exige "controles exigentes" en la distribución de medicamentos veterinarios

MADRID
SERVIMEDIA

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) felicitó hoy a la Guardia Civil por sus últimas actuaciones en la empresa de huevos "Cantos Blancos", aunque lamentó que luego las denuncias del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita "se duerman" al pasar a otras instancias.

El Seprona ha inspeccionado en los últimos días una fábrica y una granja avícola de l provincia de Guadalajara. En esta última, situada en Cabanillas del Campo, los agentes encontraron 48 fármacos distintos, 2 de ellos prohibidos en animales de consumo humano.

La utilización de medicamentos veterinarios sin control en las granjas en general es motivo de preocupación por parte de la Federación de Empresarios Farmacéuticos de España (FEFE) y la OCU, que son acusación en una querella criminal admitida a trámite en la Audiencia Nacional contra 40 distribuidores de fármacos para animales qe vendían esos productos sin receta del veterinario.

Las consecuencias de esta falta de control apuntan principalmente a una disminución de la eficacia de los antibióticos en las personas y un fraude económico al consumidor.

José María Múgica, portavoz de la OCU, manifestó a Servimedia que, "desgraciadamente, el consumidor no puede tener información acerca de que si ese producto, en este caso el huevo, está o no está contaminado".

INDETECTABLE

Un consumidor puede identificar en un alimento"microorganismos alterantes, los que hacen que el producto sepa mal o huela mal", señaló Múgica, "pero cuando se trata de microorganismos que causan toxiinfecciones, por regla general son indetectables".

Por ejemplo, para un consumidor es imposible saber si un huevo contiene salmonella, listeria o una ampicilina, pero mientras si tiene salmonella o listeria el efecto suele ser inmediato, si lleva un medicamento el efecto sólo se ve a medio y largo plazo en forma de alergias o de cepas resistentes.

OCU considera que la medicación incontrolada de animales para consumo "nos afecta a todos: si con esta actuación determinados antibióticos pierden su eficacia, a ver quien va luego a reparar ese daño".

"El problema es muy serio, lo que pasa es que no se lo toman en serio quienes se lo tienen que tomar, y son los que tienen que establecer controles muy exigentes en la distribución de medicamentos con finalidad veterinaria", concluyó Múgica.

(SERVIMEDIA)
24 Ago 2000
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