Gallardón augura que en el futuro, "inmediatamente después" de las próximas elecciones catalanas, se verá el fracaso de la estrategia del PSOE de aislar e impedir que los populares "encontremos socios político-parlamentarios".

En una entrevista en "La Vanguardia", el alcalde de Madrid insiste en que es "un error (de los socialistas) haber dejado fuera al PP, que no ha gobernado en Cataluña, pero que ha gobernado, y razonablemente, volverá a gobernar en España".

A su juicio, "un proceso de modificación estatutaria no puede contemplarse exclusivamente desde la visión de la autonomía a la que va a ser aplicado, y mucho menos en el caso de Cataluña, que condiciona de manera importante el resto de los estatutos".

El dirigente popular señaló que "durante décadas veíamos a Cataluña como referencia de sentido común, seriedad, de 'seny', de apuesta clara por el diálogo como instrumento para resolver los conflictos, (...) pero ahora, se ha convertido en confrontación en estos años".

Ante esta situación en Cataluña, Ruiz-Gallardón dice que en el PP deben mantenerse "absolutamente firmes" en la postura de independencia que han mantenido hasta ahora.

Sobre la situación del proceso de negociación del Ejecutivo con la banda terrorista ETA, dice que "es imposible tener una actitud más leal con un Gobierno que la que ha tenido Mariano Rajoy con Zapatero. Ha sido una actitud responsable, institucional, no sólo consecuente con las responsabilidades de Gobierno que ha tenido en el pasado, sino con una actitud de Estado. El Gobierno parece creer que le resulta más cómodo recorrer este camino solo".

REELECCIÓN Y CONGRESO

En cuanto a su futuro, Gallardón mantiene su interés de estar en la listas del PP al Congreso de los Diputados, acompañando a Rajoy, pero sin descartar su reelección en la Alcaldía de Madrid.

"En lo que no sea incompatible con este compromiso (de alcalde de Madrid), estoy a disposición de mi partido. La alcaldía no es incompatible con las listas al Congreso, y me gustaría acompañar a Rajoy y ayudarle, en lo que modestamente pueda".

Concluye, sobre las numerosas obras que ha impulsado, que "Madrid ha decidido transformarse, porque "estaba imbuida en la pereza de no arriesgar, de no cambiar, y este poblachón manchego lleno de subsecretarios, como nos han descrito tantas veces, ha decidido ser una ciudad viva. Y para ello, nos hemos inspirado en el ejemplo de la Barcelona de 1992".